Aeon Oz es la historia de un viaje místico. Se viven 12 caminos para llegar a la cima de una realidad espiritual. Es nuestro camino, y no este camino es ni el pasado ni el futuro, sino en el ahora, donde en la profundidad de ser todo se revela y el deseo de crecer a partir de esa profundidad y de manifestar la esencia de lo que es siempre universal. Es un viaje de descubrimiento a los orígenes del conocimiento y al deseo de transformarse en el flujo constante del tiempo. Una revelación mística de que el mundo, con su ciclo de nacimiento y muerte, no es realmente nuestro verdadero hogar. Este misterio de imágenes, luz, sonido y movimiento se grabó en India, Nepal, Colombia y Austria.
El mantra Aeon Oz, invita al espectador a vincular los elementos vistos y relacionarlos entre sí. La protagonista nos guía bailando por el sinuoso camino de los doce episodios. Ella será nuestro medio, al igual que la música cautivadora y la luz atmosférica.
Normalmente, percibimos nuestro mundo, nuestro modo de vida, como perfecto, porque no hay nada más que percibir más alla de lo que conocemos. Sin embargo, vivendo en este mundo actual de sobrecarga sensorial, normalmente solo vemos la superficie llena de normas, reglas, regulaciones, copias de copias. No parece haber una capacidad para ver más allá, para ver que nos hemos encerrado en un entorno artificial que ha reemplazado notablemente a la propia naturaleza original. Ya no vivimos con la naturaleza; vivimos por encima de ella, por así decirlo. La naturaleza se ha convertido en un recurso para mantener viva esta naturaleza artificial o nueva.
Aeon Oz quiere dar un paso atrás, pintar un panorama más amplio y permitir una visión holística. La película no quiere enfrentar al espectador con un significado predefinido, sino que permite un encuentro.
„No hay pasado. No hay futuro. Mente abierta. Corazón abierto. Toda la atención. Sin reservaciones. Eso es todo“. Scott Morrison